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Poner a los jóvenes al mando. ¿Cómo funciona en la práctica el mentoring inverso? (II)

Cuando los responsables descubren a través de compañeros más jóvenes lo que es el mentoring inverso, las cosas empiezan a cambiar.

15.06.2018
4 minutos 4 minutos
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Naturalmente, lo primero es la capacidad de utilizar las redes sociales en la práctica. Pero también hay un cambio en cómo la gente percibe a la empresa, sus empleados más jóvenes y el público objetivo del futuro. La empresa Robert Bosch practica este método de desarrollo profesional continuado en el área de la digitalización. Le hemos preguntado a un tándem qué tal les ha ido.

 

Hablamos con...

Benedikt Elser, Mentor
• Consultor de Comunicación Corporativa, Schwäbisch Gmünd
• Edad: 27 años
• Trabaja en Bosch desde 2015

 

Jörg Stätter, Pupilo
• Director de Logística, Schwäbisch Gmünd
• Edad: 57 años
• Trabaja en Bosch desde 2008


Robert Bosch lanzó su programa de mentoring inverso en 2012, en paralelo con la red social Bosch Connect, que está basada en el producto IBM Connections. Los Directores Ejecutivos Dr. Markus Heyn y Christoph Kübel fueron de los primeros pupilos. Una vez pasada una fase piloto en las oficinas centrales, el programa fue transferido a los departamentos de Recursos Humanos de todo el mundo. Desde entonces, más de 600 equipos se han beneficiado de este programa. El mentoring inverso comenzó como una medida de desarrollo profesional continuado y forma parte de los seminarios de liderazgo para los responsables de Bosch.
 

Un director de logística y un recién contratado en el Departamento de Comunicación, ¿cómo os juntasteis para formar un tándem de mentoring inverso? ¿Os conocíais previamente?

Jörg Stätter: Me enteré del programa en la intranet y pensé que era importante conocer mejor Bosch Connect, Facebook y otras herramientas digitales para poder trabajar con ellas en el futuro. Nosotros somos parte de Bosch sólo desde 2015. Yo quería poder trabajar con los métodos digitales que Bosch utiliza ahora en todo el mundo, así que me apunté en seguida. No conocía antes a mi mentor.

Benedikt Elser: El programa estaba supervisado por mi departamento y me apunté inmediatamente para ser un mentor. Tuve que rellenar un formulario para apuntarme, en el que se me preguntaba, por ejemplo, qué quería aprender, en qué estaba interesado, qué podía hacer o en qué áreas tenía conocimientos específicos. El director de mentoring inverso en el departamento de RRHH evaluó las respuestas y formó los equipos en función de esa información. Se tuvo en cuenta el que hubiera una mezcla productiva de funciones y departamentos, de forma que las dos partes pudieran aprender cosas nuevas. Yo sí que conocía a nuestro director de logística, pero no personalmente.
 

¿Cómo os habéis organizado como equipo? ¿Qué tal os ha funcionado el mentoring inverso?

Benedikt Elser: El programa establece unas condiciones marco: Tenemos que hacer diez sesiones en el plazo de seis meses. Todos los mentores se reúnen a mitad de ese periodo para compartir sus experiencias y resultados. Mr Stätter y yo nos reunimos a principios de 2017 y oficialmente, por última vez, en octubre, aunque seguimos hablando. Si tenemos alguna pregunta nos reunimos o charlamos por teléfono.

Jörg Stätter: Nos presentamos el uno al otro, hablamos y nos conocimos durante la primera reunión. Nos contamos lo que hacíamos y en qué estábamos interesados. Hicimos una lista de palabras clave, y establecimos fechas en nuestras agendas. Una cosa estupenda es que Mr Elser fue capaz de ajustarse a mis horarios, a veces con poco tiempo de antelación. Dependiendo del asunto y del tiempo que tuviéramos disponible nos veíamos en mi despacho durante una o dos horas.
 

¿Qué reglas establecisteis para la colaboración?

Benedikt Elser: La primera regla fue que mentor nunca debía coger el ratón o utilizar el teclado. Investigamos la plataforma social de Bosch en nuestra primera reunión y más tarde creamos una cuenta de Facebook, aprendiendo protección de datos, privacidad, fuentes y funciones.
 

¿Qué expectativas teníais para esa reunión? ¿Qué queríais aprender?

Jörg Stätter: Fui a la reunión con la mente abierta. Para mí el principal problema era el tiempo. Yo quería adquirir soltura en el uso de Bosch Connect, porque no quería hacerme un lío mientras la usaba. Recibo entre 200 y 300 mensajes de correo electrónico al día, así que no necesito recibir más peticiones o más información. ¿Cómo podía sacar partido en el trabajo de las nuevas herramientas digitales sin crearme más estrés? ¿Qué tenía que tener en mente? ¿Qué tenía que hacer para no ahogarme en un tsunami de información?

Benedikt Elser: Ésa era una buena aproximación. ¿Cómo hacer para no crear más carga de trabajo? ¿Cómo utilizar Bosch Connect de una manera eficiente y crear valor añadido? Nuestra plataforma interna ofrece gran número de posibilidades, así que fue muy útil que me lo explicara cara a cara. ¿Cuáles eran las ventajas y las desventajas? ¿Cómo activar y desactivar las notificaciones? Estaba deseando ver cómo iba a funcionar cuando nos juntáramos un empleado joven como yo y un director con tanta experiencia. Fue muy bien. Mr Stätter estaba muy interesado, lo cogió rápidamente y tampoco era nuevo en este área, conoce muy bien Internet. Sabía más que yo en nuevas tecnologías como los hogares inteligentes o las e-bikes, así que en eso cambiamos los papeles.

“Él aprendió a nadar a medida que entraba el agua. Yo en cambio tuve que saltar cuando la piscina estaba ya llena”. – Jörg Stätter

Como mentor, ¿qué ventajas tenías, en términos de conocimiento?

Benedikt Elser: Soy nativo digital. Crecí con Facebook, pero también con otras plataformas más pequeñas que eran importantes en su tiempo. Estudié ciencias sociales y de la comunicación, analicé el papel jugado por los medios sociales en la Primavera Árabe e incluso lancé campañas en Facebook. Soy un usuario entusiasta, aunque también crítico. Algunos canales sólo los utilizo para probar, como es el caso de Snapchat o Instagram. También he sido bloguero y he publicado en YouTube.

Jörg Stätter: Fue un cambio de perspectiva interesante. Él aprendió a nadar a medida que entraba el agua. Yo en cambio tuve que saltar cuando la piscina estaba ya llena.
 

¿Cómo resumirías la experiencia? ¿Qué has sacado del mentoring inverso?

Jörg Stätter: El coaching en digitalización ha sido una lección muy útil. Ha ido más allá de meramente aprender a utilizar las redes sociales y Bosch Connect. Ahora las utilizo todos los días en mis áreas de especialización. Por ejemplo, he conocido contactos nuevos dentro de la empresa que me han sido de gran ayuda en un proyecto en el que estoy trabajando. El conocimiento nuevo es también valioso como un instrumento de integración. También me resulta muy útil fuera del trabajo, porque mi hija quiere utilizar las redes sociales y ahora estoy más capacitado para valorar la situación. Aparte de las diferencias de edad, ha sido estupendo ver lo rápidamente que puedes hacer las cosas cuando trabajas con un especialista. Creo que debería desarrollarse más la idea de transmitir el conocimiento en forma concisa. También ha cambiado la forma en la que gestiono a mis empleados. Si hay algún problema, hago un chat rápido con el empleado. Así lo resuelvo sin necesidad de convocar una reunión de equipo.

Benedikt Elser: Sí, la colaboración es importante y nos ha funcionado muy bien. Nos hemos beneficiado los dos. Yo he aprendido mucho sobre logística y he expandido mi red de contactos. Nuestras reuniones fueron también muy instructivas. Me hicieron darme cuenta de lo importante que es utilizar una actitud amistosa cuando se trata de temas de seguridad o privacidad. Además he recibido información sobre cómo el departamento de logística recibe la información que le manda el departamento de comunicación. Recíprocamente he descubierto los problemas que pueda tener el departamento de logística y de los que no nos estábamos ocupando. Los resultados positivos del programa de mentoring inverso han conducido a la creación de un nuevo proyecto: Estamos trabajando con el departamento de RRHH para desarrollar un programa para que los responsables puedan localizar personas de otras disciplinas que trabajen en las mismas instalaciones, por ejemplo, para poner a prueba una campaña, o idea de producto, o practicar una presentación. Todo esto ayuda a Bosch y a sus empleados a prepararse para el futuro del trabajo como una empresa de conocimiento.

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