Sostenibilidad

¿Hasta qué punto son sostenibles los centros de datos y los servicios en la nube?

Cada vez se almacenan y utilizan más datos en la nube y muchas empresas están trasladando la mayor parte de su infraestructura informática (si no toda) a la nube.

08.11.2023
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Los servicios en la nube ofrecen mayor flexibilidad a las organizaciones, lo que resulta atractivo en tiempos de incertidumbre. Todo indica que es probable que esto aumente, ya que la Encuesta Google Cloud Brand Pulse, Q4 2022 muestra que el 41,4% de los líderes tecnológicos y empresariales mundiales tienen previsto aumentar su inversión en servicios y productos basados en la nube debido a la actual coyuntura económica.

Como la infraestructura en la nube reduce la necesidad de servidores privados in situ, dispositivos de almacenamiento localizados y dispositivos de memoria portátiles, es lógico percibirla como relativamente “Verde”. Sin embargo, a medida que aumenta la necesidad de centros de datos, también lo hacen los recursos (energía, chips y componentes electrónicos, sistemas de refrigeración, sistemas de prevención de incendios, etc.) necesarios para fabricar, construir y gestionar estas instalaciones.

Entonces, ¿es sostenible la computación en nube, es posible un “centro de datos ecológico” y cómo puede la nube mejorar la sostenibilidad? ¿Hasta qué punto son sostenibles los centros de datos necesarios para seguir prestando servicios de almacenamiento de datos y de nube? Son preguntas complicadas, pero fascinantes e importantes.

Comparación entre los centros de datos de la computación en nube y los servidores locales

En general, las empresas individuales tienen más dificultades para organizar los servidores locales de forma eficiente desde el punto de vista energético que los operadores de los grandes centros de datos en nube actuales. Por ejemplo, las empresas suelen planificar sus servidores internos para que sean más grandes de lo que normalmente se necesita, lo que significa que normalmente nunca se utilizan totalmente, pero sin embargo consumen tanta energía como si lo estuvieran. Esto se debe a que la demanda energética de un servidor depende de su funcionamiento, no de su grado de utilización.

Por otra parte, los centros de datos utilizan la virtualización de los recursos informáticos físicos (como hardware, software, almacenamiento y tecnologías de red), lo que permite distribuir estos recursos de forma flexible y según la demanda de los distintos clientes, para optimizar su utilización. Además, muchos proveedores de nube venden un exceso de los recursos virtualizados, ya que los usuarios no reclaman todos los recursos reservados al mismo tiempo. Este enfoque garantiza una utilización más eficiente de las capacidades de la nube.

También hay una mayor eficiencia en el trabajo. El uso de documentos y archivos compartidos en la nube (a través de Microsoft Teams, por ejemplo) significa que se guardan menos versiones redundantes de archivos en unidades locales, y por tanto se necesitan menos datos y recursos asociados en general.

Consumo de recursos de los centros de datos

Las cifras del Proyecto Shift de Francia sugieren que en 2025 el 8% de la producción mundial de CO₂ procederá de la economía digital.  Por muy eficientes que sean, es importante recordar que los centros de datos siguen necesitando grandes cantidades de electricidad y agua para funcionar y, como consecuencia, producen CO₂.

Se calcula que los centros de datos son responsables de hasta el 3% del consumo mundial de electricidad en la actualidad, y se prevé que alcancen el 4% en 2030. La instalación media de un centro de datos a hiperescala (los centros de datos a hiperescala son instalaciones masivas construidas por empresas con grandes necesidades de procesamiento y almacenamiento de datos) consume anualmente entre 20 y 50 MW, en teoría electricidad suficiente para abastecer hasta 37.000 hogares.

Los servidores también generan enormes cantidades de calor residual, por lo que el consumo de agua para refrigeración es otro importante requisito de recursos. Se calcula que los centros de datos a hiperescala consumen 1,7 millones de litros de agua al día (622 millones de litros al año). Esto contrasta con las predicciones de la ONU de que en 2025 el 50% de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua. Aunque el cambio climático y el consumo humano de agua son razones clave para ello, el uso de los centros de datos crea otra presión sobre las reservas.

Debido a la naturaleza esencial de los datos almacenados en un centro de datos, todo debe tener una copia de seguridad con redundancia total en caso de que fallen los servidores primarios. Esto significa servidores de reserva, fuentes de alimentación de reserva y sistemas de refrigeración de reserva. En efecto, se necesita el doble de capacidad en todo momento para garantizar la redundancia. 

Con cada vez más empresas demandando servicios en la nube, el número y tamaño de los centros de datos seguirá creciendo. La huella medioambiental de los centros de datos para mantener estos servicios, ahora esenciales, es considerable. Por tanto, es vital que las empresas piensen en su impacto medioambiental y en las soluciones y dispositivos digitales que utilizan durante su transformación digital.

A pesar de ello, hay cifras que demuestran que el paso de los servidores locales a la nube sigue suponiendo un importante ahorro energético y una reducción de las emisiones de CO₂. La computación en nube es capaz de mejorar la eficiencia energética en un 93%, y producir un 98% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que la infraestructura informática in situ, según el estudio de colaboración Microsoft-WSP.

Garantizar que tus servicios en la nube sean más sostenibles: tres consideraciones importantes

Es importante darse cuenta de que no todos los centros de datos son iguales en lo que respecta a la sostenibilidad. Entonces, ¿qué puedes buscar para asegurarte de que tus servicios en la nube son lo más sostenibles posible? Tienes que elegir un proveedor y unos servicios cuyas credenciales de sostenibilidad del centro de datos sean lo más eficientes posible en cuanto a recursos, y entre las cosas clave que debes buscar se incluyen:

  1. La indicación de certificaciones reconocidas internacionalmente, como ISO 14001 o LEED. La norma internacional de gestión medioambiental ISO 14001 define los requisitos mundialmente reconocidos de un sistema de gestión medioambiental. El Liderazgo en Energía y Diseño Medioambiental (LEED) es un sistema de clasificación de edificios ecológicos.
  2. Si están disponibles, fíjate en las cifras de CO2, consumo de agua y residuos, y en lo que está haciendo el proveedor para reducir estas cantidades en el futuro.
  3. Fíjate en si la empresa utiliza energía renovable para alimentar el centro de datos: naturalmente, el 100% de energía renovable es lo ideal, pero otras pueden utilizar también un alto porcentaje.

Konica Minolta y la sostenibilidad en la nube 

Konica Minolta se compromete a ofrecer servicios en la nube lo más sostenibles posible y utiliza varios proveedores de centros de datos para sus servicios con este objetivo. Como Microsoft Cloud Solution Partner acreditado, la empresa ofrece una serie de servicios de Microsoft que se alojan en los centros de datos de Microsoft, cuatro de los cuales cuentan con la certificación LEED Gold, y otros 74 proyectos están en proceso de certificación. Para 2025, Microsoft espera alimentar sus centros de datos con un 100% de nueva generación de energía renovable que iguale su consumo anual de electricidad. Microsoft también se ha comprometido a devolver al medio ambiente más agua de la que consume, así como a producir cero residuos en sus operaciones directas para 2030.

La Solución de Impresión en la Nube Workplace Pure de Konica Minolta está alojada en la Nube Abierta de Telekom, proporcionada por el centro de datos de Telekom en Biere, Bördeland, cerca de Magdeburgo (Alemania). Con un índice PUE (Power Usage Effectiveness) de 1,3, requiere un 30% menos de energía que otros centros de datos comparables, un rendimiento al que la certificadora estadounidense USGBC ha dado Calificación Oro según la clasificación LEED, reconocida internacionalmente. Además, el centro de datos de Telekom funciona al 100% con electricidad procedente de fuentes de energía renovables.  

Además, Konica Minolta gestiona dos centros de datos propios en Hannover (Alemania) y Estocolmo (Suecia). Desde aquí ofrece Infraestructura como Servicio, un entorno virtual de infraestructura informática que incluye una red virtual, almacenamiento virtual y recursos de servidor virtual para sus clientes. Ambos centros de datos funcionan con energía 100% renovable y cuentan con la certificación ISO 14001, mientras que el de Hannover no necesita refrigeración adicional ni aire acondicionado hasta una temperatura exterior de 27 °C, ya que se refrigera únicamente con el aire ambiente.

Usando de forma sostenible la computación en la nube

Aunque el uso del Cloud Computing y los centros de datos no está exento de impacto medioambiental, hay suficientes opciones disponibles para que sea una alternativa viable y potencialmente más sostenible que el alojamiento in situ. Teniendo en cuenta cuidadosamente una serie de factores, el uso de la computación en la nube y la virtualización puede reducir el consumo de energía y las emisiones de CO₂, ayudando así a tu organización a alcanzar sus objetivos individuales de sostenibilidad.

 
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