El sector público tiene
la obligación de recibir y tramitar facturas electrónicas desde 2019. A partir de 2022, el trabajo relacionado con la facturación electrónica se llevará a cabo en el marco del Programa Europa Digital (DIGITAL), y se está presionando a los países de la UE para que lo implementen en el sector privado. ¿Qué es la facturación electrónica, cuáles son sus ventajas y cómo puedes garantizar que tu empresa cumple con esta normativa?
En 2014, la UE votó a favor de la inclusión de la
Directiva 2014/55/UE sobre la facturación electrónica (e-invoicing) en todas las administraciones públicas. Hasta 2021, las actividades de facturación electrónica se gestionaban en el marco del programa «Conectar Europa», pero este fue sustituido en 2022 por el programa «Europa Digital» (DIGITAL). Los países de la UE están ahora obligados a introducir la facturación electrónica.
Muchos países de la UE ya lo han hecho, ampliando la normativa al ámbito B2B e introduciéndola en la legislación nacional para que sea obligatoria para todo tipo de facturas, como Italia (2022/2024), Serbia (2023), Rumanía (2024), Alemania (2025/2026), Polonia (2026), Bélgica (2026) y Francia (2026/2027).
Otros países aún están elaborando un plan para la implantación obligatoria de la factura electrónica B2B, como Austria, la República Checa, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Hungría, Irlanda, los Países Bajos, Noruega, España y Suecia. Bulgaria, Croacia, Estonia, Grecia, Letonia, Lituania, Portugal, Eslovenia y Eslovaquia no tienen una normativa sobre facturación electrónica B2B y aún no han confirmado sus planes al respecto.
Al mismo tiempo, la administración tributaria portuguesa ha establecido que
la declaración de los archivos contables SAF-T será obligatoria a partir de 2025. SAF-T (Standard Audit File for Tax) es un archivo de datos basado en el estándar XML utilizado internacionalmente para el intercambio electrónico de información fiscal, por lo que la facturación electrónica B2B será más que necesaria en ese momento.
El Reino Unido y Ucrania no pertenecen a la UE. Sin embargo, Ucrania ya ha hecho obligatoria la facturación electrónica desde 2015, y el Reino Unido está actualmente elaborando un plan para la implantación obligatoria de la factura electrónica B2B.
Dado que la facturación electrónica será una necesidad legal para las empresas de toda la UE/Europa, es fundamental que los Estados implementen estos sistemas a tiempo. Su implementación en el B2B representa un reto mayor para los países en lo que respecta al número de transacciones anuales. Sin embargo, aparte del requisito legal, la facturación electrónica también ofrece considerables ventajas operativas y competitivas para las empresas, como la recaudación automatizada del IVA y la reducción del fraude.
¿Qué es la facturación electrónica y cuáles son las normas que la regulan?
La facturación electrónica consiste en el intercambio electrónico de un documento de facturación entre un proveedor y un comprador, es decir, la factura se emite, transmite, recibe y procesa electrónicamente.
La UE exige que las facturas electrónicas se emitan, transmitan y reciban en un formato de datos XML estructurado, y solo en este formato, ya que permite el procesamiento automático y electrónico, tal y como se define en la Directiva 2014/55/UE. La norma europea sobre facturación electrónica permite a los vendedores enviar facturas a muchos clientes utilizando un formato aprobado, lo que elimina la necesidad de adaptarlo a los diferentes socios comerciales.
La norma europea define los términos comerciales básicos (elementos) de una factura electrónica en un modelo de datos semánticos (EN 16931-1), incluye una lista de todos los términos comerciales que pueden utilizarse en una factura conforme y define cómo se entienden y utilizan. Las directrices establecen que deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:
- La información intercambiada debe ser relevante para la situación. Debe incluir la información necesaria y omitir la que no lo sea.
- El significado de la información debe ser entendido de la misma manera por ambas partes.
- La información debe expresarse en un formato que ambas partes entiendan.
- La información debe intercambiarse utilizando un método al que ambas partes puedan acceder.
Para garantizar la paridad, las facturas electrónicas deben incluir cierta información para ser conformes. Al igual que las facturas en papel, deben incluir datos clave como el número de identificación, la fecha de emisión, la hora de suministro (cuando se realizó el trabajo), el nombre y la dirección del proveedor y del cliente, el número de IVA, la descripción de los servicios o bienes, el precio y la cantidad.