Control de equipos. Control de los trabajadores para comprobar que llevan el equipo de protección individual (EPI) adecuado para el trabajo, como mascarillas, gafas, cascos, chalecos de seguridad, guantes y botas.

Control de distancias. Comprobar que se respeta la distancia requerida entre los empleados, o entre un empleado y una pieza de maquinaria.

Seguridad de trabajadores en solitario. Proteger a los trabajadores solitarios reconociendo y clasificando los movimientos corporales que puedan indicar una enfermedad o lesión, lo que permite una intervención rápida.

Vigilancia acústica. Detección de sonidos procedentes de los micrófonos de las cámaras de seguridad, como alarmas o gritos de auxilio, para poder intervenir a tiempo.

Vigilancia de situaciones peligrosas. Detección de personas dentro de una zona de exclusión predefinida, o dentro de una instalación durante una evacuación de emergencia.

Detección de la temperatura en multitudes. Analizar las imágenes térmicas de las personas, incluso en un grupo o multitud, para comprobar si alguien tiene fiebre o una temperatura corporal que supere un umbral determinado. Esta técnica sin contacto te permite separar a las personas que pueden estar enfermas (como indica una temperatura elevada) de las que están sanas, para ayudar a prevenir la propagación de infecciones.

Detección de tos. La capacidad de detectar a las personas que tosen o estornudan, un posible síntoma de enfermedad, mediante los micrófonos de las cámaras de seguridad es otra forma de ayudar a prevenir la propagación de la infección, además de la medición de la temperatura de la piel.