La firma de documentos, como contratos y autorizaciones, es una parte fundamental de la actividad empresarial diaria. Pero si tu empresa ya está creando, compartiendo y almacenando documentos digitalmente, no tiene sentido que tengas que imprimirlos para firmarlos y luego volver a convertirlos en digitales.

Si las personas que tienen que firmar un documento impreso están en diferentes lugares, el documento tiene que ser transferido entre ellos en el orden correcto. Puede haber riesgos de seguridad relacionados con el transporte o el envío de documentos físicos que contengan información sensible, y los procesos empresariales pueden retrasarse mientras el documento hace su recorrido.

 

Para mantener el papel fuera de tus procesos empresariales, aprovecha las soluciones de firma digital y firma electrónica que ayudan a agilizar los procesos empresariales, al tiempo que mantienen la seguridad de los documentos restringiendo el acceso a las personas autorizadas. 

Con una solución de firma electrónica, las personas solo tienen que crear sus firmas con el dedo o el ratón, o cargar una imagen de su firma.

Cuando un documento está listo para ser firmado, se inicia el proceso de firma, indicando la orden de firma. Todas las personas, incluidas terceras partes, que deben firmar reciben una notificación de que el documento está en camino. Como propietario del documento, se te notifica a medida que cada persona firma y una vez que el proceso de firma electrónica ha finalizado, para que pueda pasar al siguiente paso.